Las plagas en la industria alimentaria son uno de los peligros más importantes a los que se enfrenta este sector. Los insectos buscan comida y refugio en las instalaciones de las empresas de la industria, produciendo graves consecuencias y problemas como la transmisión y propagación de enfermedades, el deterioro de la materia prima, pérdidas económicas, el desprestigio y mala publicidad de la empresa.
Establecer las medidas necesarias para evitar las infestaciones es una tarea obligatoria e indispensable para asegurar un proceso productivo seguro. La principal pauta es saber a qué nos estamos enfrentando para actuar en consecuencia y controlar la situación; también dónde podríamos encontrarnos con este problema. En Ecoplagues te contamos qué zonas de las instalaciones de una empresa de alimentos son más susceptibles de sufrir el ataque de plagas y qué tipo se pueden encontrar en cada una de ellas.
Muelles de carga y descarga y almacenes y silos de materia prima
Los muelles de carga y descarga y los almacenes y silos de materia prima son puntos críticos en los que hay que extremar las precauciones de medidas de seguridad e higiene. Estas son las puertas de entrada y salida de las materias primas y de los productos finales.
El riesgo principal de esta fase está en los transportes: los productos básicos que se entregan a las fábricas, como cereales, legumbres, frutos secos o especias, pueden venir ya infestados por plagas que acceden por esta vía a la planta de producción. Asimismo, en la zona exterior -por ejemplo, los muelles- puede haber plagas de insectos como cucarachas, moscas y hormigas; así como ratas, ratones y aves. Luego, en la fase de almacenamiento -en los silos de materia prima-, es necesario hacer una inspección exhaustiva del producto para asegurarse que no están infectados por IPAs (insectos de los productos almacenados) como carcomas, polillas y gorgojos.
Cadena de producción
El interior de las instalaciones de las industrias de alimentos es uno de los lugares más propicios para la aparición de plagas. Las zonas en las que se elaboran los productos son altamente sensibles y constituyen un riesgo de contaminación por cucarachas, hormigas, ratas, ratones y moscas, entre otros insectos.
Zona de envasado
En la fase de envasado se requiere de importantes controles de higiene y seguridad, pues es aquí cuando el producto se embala para ser enviado a las cadenas de distribución y, por tanto, llegar al consumidor final.
Aquí el control es crucial: si hay una infestación no notificada por insectos arrastrantes, voladores o roedores, el producto final llega contaminado al distribuidor o cliente y esto, por tanto, no hace sino acrecentar un problema de seguridad alimentaria.
Almacenes y silos de productos terminados
Una vez están listos los productos, se conservan en almacenes hasta poder ser distribuidos. En estas áreas hay que tener cuidado con dos tipos de insectos: los penetradores -gorgojos, escarabajos, larvas de polillas, etc.- y los invasores -polillas y moscas adultas, larvas de moscas, etc.
Los del primer grupo utilizan sus mandíbulas para romper los envases y embalajes y así poder llegar hasta el alimento. Los del segundo, por su parte, aprovechan su tamaño para introducirse por las pequeñas aberturas u orificios que puedan tener los envases.
En la industria alimentaria, la presencia de plagas es un riesgo constante. Por tal motivo, es necesario disponer de un servicio que pueda prevenir y erradicar este tipo de probemas. En Ecoplagues somos expertos en el control de plagas en la industria alimentaria. No dudes en contactar con nosotros.